miércoles, 16 de enero de 2008

Para que yo me llame Ángel González

Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La enloquecida
fuerza del desaliento...

Ángel González


5 comentarios:

Angel dijo...

No sé quien es.... pero el texto esta genial..

Silvia dijo...

angel, es un poeta de Oviedo que murió este fin de semana.

Bss.

Anónimo dijo...

Jo que pena,pues era bueno.
bessines

Miguelo dijo...

me ha gustado. no conocia al escritor y ahora me entero q esta muerto q pena.

un beso

Anónimo dijo...

Yo soy uno más que lo ha descubierto tras su muerte, pero lo que he leído hasta ahora de él me gusta mucho. Me dicen mucho sus versos. Me tocan el alma.
Un beso.