Encuentro (III)

Se quedaron callados e inmóviles durante un momento. Luego Diego se levantó, se sentó a su lado y la abrazó con una ternura y un cariño desconocidos hasta entonces por Sara. Cuando se separaron los dos estaban llorando.
*Yo me arrepiento de lo que hice, dijo Sara entre sollozos. Pero ahora no puedo cambiarlo.
*A mí no me importa Sara, sólo me alegro de que no tuvieras fortuna.
*Estuve un año en un hospital, y ahora dicen que ya estoy curada. Pero yo no me siento fuerte y tengo miedo de que vuelva a pasarme.
*No tengas miedo, ahora yo estoy contigo. Yo te cuidaré.
Volvieron a abrazarse y Sara lo agradeció como ninguna otra cosa en la vida.
*Ahora entiendo por que al principio te mostrabas reticente, dijo Diego.
*Compréndeme, yo no quería involucrarte en mis problemas.
*A mí no me molestan tus problemas, me interesas tú. Créeme, estoy contigo. ¿Puedo preguntarte algo?
*Adelante.
*¿Fue por un chico?
*No, contestó Sara secamente.
Diego entendió que era mejor no volver a sacar el tema, al menos en ese momento. Se fueron, y durante el camino a casa apenas hablaron. Sólo cuando llegaron al portal de Sara.
*Nunca se lo había contado a nadie Diego, me ha costado mucho.
*Lo sé, pero me alegro de que lo hicieras.
*Y yo.
*Quiero besarte.
*Y yo a ti.
Se besaron y se abrazaron, y Sara comprendió que ya no se sentiría nunca más sola.